Masculinidad tóxica y manipulación social
- Fernando Carnevale
- 27 feb 2023
- 2 Min. de lectura
En la actualidad, existe una corriente de pensamiento que busca desestabilizar la definición de lo que es ser hombre. Esta tendencia comenzó con la representación de los hombres en los medios de comunicación, mostrándolos como tontos e incompetentes, a pesar de ser los proveedores de sus hogares. Personajes como Homero Simpson, Al Bundy o Pepe Argento, son ejemplos de cómo se ridiculiza al hombre en la cultura popular.
Pero el ataque no se detiene ahí, sino que se extendió al concepto de masculinidad, que se presenta como "tóxica". De esta forma, se busca dictar qué es lo que es masculino, creando un servilismo del hombre al resto de la sociedad. Cualquier cosa que sirva exclusivamente al hombre es marcada como masculinidad tóxica, mientras que todo lo que sirve al resto se considera como lo que un hombre debería hacer, aun a pesar de ser perjudicial para su salud y bienestar.
Sin embargo, la realidad es que no existe tal cosa como la "masculinidad tóxica". Esta es una manipulación para dejar a las sociedades sin sus defensores, los que tradicionalmente ponen límites y defienden la cultura occidental que ha llevado al progreso humano desde la antigua Roma hasta la exploración de Marte. Además, han sido los hombres los que han defendido a las sociedades del comunismo y del fascismo, ideologías sanguinarias contrarias al espíritu de libertad e igualdad sobre las que se basa la civilización occidental.
Debemos recuperar el consenso sobre la definición de masculinidad, basado en la disciplina, la fuerza, la capacidad, la solvencia moral, el afecto a la familia y el ímpetu de crear hogares. Debemos convencer a través del éxito social y económico que esta es la verdadera masculinidad y no la imagen estereotipada que nos quieren imponer.
Es necesario tomar conciencia de la manipulación social a la que estamos sometidos y rebelarnos contra ella. La verdadera igualdad no se alcanza eliminando las diferencias entre hombres y mujeres, sino valorando y respetando los roles que cada uno desempeña en la sociedad. La libertad individual debe ser protegida, y esto incluye la libertad de ser hombres y mujeres.
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